Anuncios inflados

Por Claudia Araujo

Hoy se inician las clases en primaria, educación especial y escuelas para adultos en la provincia. La mayoría de los sindicatos adelantó que acepta los incrementos del gobierno y no hará paro hoy ni la semana próxima. Posturas a favor y en contra añaden veracidad a un mismo hecho irrefutable: la complejidad de la construcción del salario docente. En consecuencia y como ya pasó antes, ningún docente sabe a ciencia cierta cuánto percibirá de más este mes.





Punto de partida

Sin tablas comparativas y en un esfuerzo por simplificar algunas consideraciones empezaremos por recordar que la mejora salarial en blanco se compone por dos aspectos: la modificación del valor del punto (unidad de medida de todos los docentes) y aumento al básico (uno de los cuatro componentes del haber).

Siempre que se hable de subas en blanco, los esfuerzos parecen casi imperceptibles. Basta un ejemplo: en 2010 los sindicatos presionaron para blanquear el presentismo y el denominado “concepto 319”. El resultado: la conversión de 140 pesos no remunerativos de este último se tradujo en apenas 50 pesos, mientras que el traspaso del llamado Fondo Estímulo es un misterio.

Algunas comparaciones

Pero de regreso al básico, para los maestros de primaria el incremento escalonado representa unos 135 pesos en marzo hasta alcanzar los 159 en agosto. Para el caso de un profesor de secundaria con 18 horas cátedra el ascenso va desde los 133 a los 147 pesos. En tanto para un terciario con 15 horas cátedra, el aumento “en blanco” significa pasar de 140 en marzo a 154 pesos en agosto.

Importa aclarar que los ejemplos son tomados en forma discrecional y las equiparaciones se basan en cálculos particulares no en datos oficiales. La elección de los casos difiere de las tablas publicadas en los medios en general porque la carga de 30 horas cátedra no representa el salario que percibe la mayoría de los profesores, tanto de secundaria como de terciaria. De más está decir que esos casos son publicitados con la intención de amplificar las proyecciones.

Diferencias de tono

Hablar de la mejora “en negro”, compuesta por montos no remunerativos ni bonificables es introducirse en un laberinto con severo riesgo de perderse. Importa decir que una vez acordada en Buenos Aires una suma “de bolsillo” se garantiza que ningún maestro cobre menos de esa cantidad.

Este año como en 2010 también será en dos tramos: de los 1840 vigentes hasta ahora se elevará a 2240 en marzo y 2300 en julio. Restamos los 60 pesos del incentivo porque es otro concepto que se suma a los acuerdos pero no forma parte indivisible del salario que se percibe “en mano” en todas las jurisdicciones.

En resumen, para maestros y profesores del Chaco todo lo que esté entre los 1340 del básico y los 2300 es dinero no remunerativo ni bonificable, es decir, en negro. Un terreno desconocido, parecido al limbo.

De regreso al caso del saneamiento del año pasado sirve comparar lo que sucedió con el presentismo: en 2010 se pagó escalonadamente hasta alcanzar los 400 pesos en los últimos meses. De esa suma 150 pesos se pasaron al básico y los 250 restantes forman parte del “extra” de bolsillo. Ahora con el agregado de 50 pesos más el aliciente para concurrir a clases redondea los 300 pesos. Es decir, 100 pesos menos que lo ofrecido hace un año.

Más misterio

Después de pasar las cifras en limpio, queda claro que los 135 pesos de los primarios representan tan solo un diez por ciento de incremento en blanco para marzo y casi otro doce por ciento más en agosto. En tanto, aún se desconoce cómo y en qué medida impactará la aplicación del nomenclador. Hasta ahora se difundió ampliamente lo que se dará a quienes tengan más días de asistencia al trabajo y muy poco de los esfuerzos por mejorar las condiciones de edificios, monitorear la salud de los maestros y ajustar los controles a las fugas de flujos en el sistema.

Otro año escolar comienza poblado de declaraciones y simbolismos, pero la compleja construcción del salario hace que los mismos docentes desconozcan qué es lo que cobrarán. Lo acreditado no se condice con lo anunciado; es decir, hay incremento, pero se desconoce de dónde proviene.


Fuente: D. Norte

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