Revisando mi twitter encontré hoy la invitación a leer y comentar un post sobre educación, de uno de mis seguidores. Seguí el enlace y encontré las siguientes reflexiones , que quiero compartir con ustedes e invitarlos a visitar la página de Abraham Zavala, su autor.
Papi’s POV: Mao el Rapero“El costo de la educación es alto, pero el costo de la ignorancia es aún más alto…”
Las oficinas donde uno trabaja tienden a ser uno tipo de microcosmos donde se ve todo tipo de gentes, cosas, y situaciones. Son lugares donde la realidad tiende a superar la ficción y la imaginación del más prolífico escritor. Ha sido en uno estos lugares donde ocurrió la siguiente anécdota que ahora relatare.
Estaba con el equipo de trabajo que yo lidero, compuesto por diseñadores gráficos, compradores de medios, y administradores de redes sociales, hablando sobre la estrategia de marketing a implementarse para ese mes cuando de repente fui interrumpido por uno de los miembros más jóvenes del grupo, y quien en repetidas ocasiones ha dicho que los “Mexicanos” como yo cortaban el pasto de su casa por tres dólares la hora en Texas, preguntándome si había leído un libro titulado Machiavelli.
Yo me volteo a verle y algo perplejo le pregunto a qué viene su pregunta y si esta tenía relación alguna con el tema que estábamos viendo en ese momento. El muchacho me dice, en tono fanfarrón, que si yo no había leído el libro titulado Machiavelli mucho menos iba a saber cómo implementar una estrategia de marketing digital. Yo sin perder la cordura, y riéndome para mis adentros, le digo que en mi primer semestre de preparatoria había leído la Magnus Opus de Machiavelli titulada El Príncipe, que sin embargo no había leído el libro titulado Machiavelli que si me facilitaba el nombre de su escritor con gusto lo leería, asi como había leído El Arte De la Guerra de Sun Tzu, De la Guerra de Klausewitz, La Suma Teológica de Santo Tomas de Aquino, El Elogio a la Locura de Erasmo de Rotterdam, El Discurso del Método de Rene Descartes, entre muchos de los libros que leído y leo aun.
Acto seguido esto me sonreí con él y proseguí explicando los detalles de la implementación de la campaña y al finalizar digo:”Not all Mexicans came here as ilegal workers to cut the grass for the Texans, some of them are also the bosses of Texans and do speak more than two languages.”
De más esta decir que el muchacho se quedó extrañado y en su rostro podía leerse sus pensamientos. Los cuales eran: “WTF? Does this beaner really read Machiavelli? F#$* you you wetback!”
Días después estaba platicando con uno de mis diseñadores acerca de lo fascinante que es la cultura China, y de cómo la China actual es el resultado de una visión a largo plazo que tuvo en su momento Mao Tse Tung en su tiempo, cuando en esos momentos acertaba a pasar caminando enfrente de nosotros una de las compradoras de medios del equipo de trabajo y se voltea preguntándonos si ese Mao era un rapero del West Coast, ya que ella nunca había oído hablar de ese tal Mao.
El diseñador gráfico y yo nos miramos el uno al otro con caras de asombro, y el que es un Cubano de mente muy rápida y lengua aún más afilada le pregunta a la chica: “ Hey what school did you go to? Please let me know so I don’t send my kids there!” Yo me mordía la lengua para no reírme mas el diseñador no se controló y se carcajeo.
He usado estas dos anécdotas, de entre una plétora de muchas otras sucedidas en el microcosmos de la oficina, para ejemplificar el grado excesivo de ignorancia que abunda en nuestra sociedad Americana y Latinoamericana hoy en día. Ya cada día se exige menos en las escuelas el leer los clásicos de la filosofía, aprender calculo, probabilidad, Latín (Clásico y el Vulgata), Griego, teología, estadística, geometría analítica, algebra, trigonometría, teoría musical, y otras materias más que son de suma importancia para la formación integral del educando como persona.
No es malo ser ignorante pero si el no hacer nada para cambiar esa situación. Sin embargo he notado que mucha gente se regocija presumiendo de su ignorancia como si esta fuera algo de lo cual estar orgulloso. No sabrán de los clásicos de filosofía, ni de algebra, o calculo pero si se saben al dedillo todos los escándalos que aparecen en las ya muy conocidas revistas de chismes faranduleros de las cuales tienen suscripción anual.
La educación, acompañada del trabajo duro y honesto, son los factores de movilidad social más seguros que existen en el mundo. Incontables ejemplos hay de cómo alguien proveniente de un estrato social bajo sube de escalafón socio-económico debido a los esfuerzos que ha dedicado al estudio y al trabajo.
Cuando alguien en lo personal me pregunta cuál es la principal diferencia que yo noto entre sociedades como la Escandinava y la Americana siempre digo que son muchas pero de las más notables son lo éticos, detallistas en el trabajo, y preparados que son los Escandinavos como sociedad en general. Que se lee muchos más libros, en proporción a su número de habitantes, en un país como Suecia que en USA. La gente aquí en América en su mayoría prefiere ver más televisión de entretenimiento que educativa, y aún menos tienen el hábito de la lectura.
A veces me pareciera que la clase política de Latinoamérica y USA han sabido aplicar muy bien la máxima Romana de Panem Et Circences (Tele y Football) y que por ende muchas personas viven en lo que se llama en inglés “blissful ignorance”, o como dirían mis preceptores uno de mis preceptores Jesuitas “Vulgo est Lego”, condenados a no romper el círculo vicioso que evita su movilidad social, pero que sin embargo el cual es muy conveniente a los políticos ya que es más fácil gobernar a un pueblo cuando este es ignorante.
¡Sí! Yo soy el primero en admitir que el costo de la educación es caro, pero es mucho más caro el costo de la ignorancia. ¡Sí! Puede decirse tal vez el hecho de que en mi primer semestre de preparatoria al reprobar la materia de matemáticas tuve que pasar un año entero trabajando en la plataforma Júpiter I, en el mar de Campeche, como obrero en la extracción de petróleo a mis 15 años me haya hecho valorar en demasiá el valor de la educación, o tal vez pudiera pensarse que por el hecho de que soy Judío y que a lo largo de generaciones y siglos hemos aprendido como Judíos que lo único realmente valioso que tenemos es el conocimiento y preparación, cosa que ha sido una constante en mi familia pues tanto mis abuelos como bisabuelos fueron a la universidad, es que le doy una gran preponderancia a la educación.
Una de las cosas que mas admiro, amen de gustarme, en mi esposa es que ella, al igua que mi madre muchos años atrás regalome mi primera enciclopedia a mis 5 años de edad, no escatima dinero alguno en comprarle a mi hijo Ariel todos los libros que el pide.
Sin embargo me pregunto, y les pregunto a ustedes lectores:
¿Qué tanto hacemos para que nuestros hijos tengan una educación integral de calidad?
¿Qué tanto hacemos para formar ciudadanos críticos y con valores cívicos que redunden en una sociedad más justa para vivir?
¿Qué tanto hacemos para evitar que nuestros hijos presuman de su ignorancia preguntando si Mao es un rapero de la costa oeste de los Estados Unidos?
¿Qué tanto hacemos por la labor de enseñarles a nuestros hijos a tener una conciencia critica?
Es momento de hacer el cambio con nuestros hijos creando en ellos una conciencia critica además de una sed de conocimientos y estudios que los lleve a ser mejores miembros de la sociedad donde vivan.
Fuente: http://www.pinkguayoyo.com/
Papi’s POV: Mao el Rapero“El costo de la educación es alto, pero el costo de la ignorancia es aún más alto…”
Las oficinas donde uno trabaja tienden a ser uno tipo de microcosmos donde se ve todo tipo de gentes, cosas, y situaciones. Son lugares donde la realidad tiende a superar la ficción y la imaginación del más prolífico escritor. Ha sido en uno estos lugares donde ocurrió la siguiente anécdota que ahora relatare.
Estaba con el equipo de trabajo que yo lidero, compuesto por diseñadores gráficos, compradores de medios, y administradores de redes sociales, hablando sobre la estrategia de marketing a implementarse para ese mes cuando de repente fui interrumpido por uno de los miembros más jóvenes del grupo, y quien en repetidas ocasiones ha dicho que los “Mexicanos” como yo cortaban el pasto de su casa por tres dólares la hora en Texas, preguntándome si había leído un libro titulado Machiavelli.
Yo me volteo a verle y algo perplejo le pregunto a qué viene su pregunta y si esta tenía relación alguna con el tema que estábamos viendo en ese momento. El muchacho me dice, en tono fanfarrón, que si yo no había leído el libro titulado Machiavelli mucho menos iba a saber cómo implementar una estrategia de marketing digital. Yo sin perder la cordura, y riéndome para mis adentros, le digo que en mi primer semestre de preparatoria había leído la Magnus Opus de Machiavelli titulada El Príncipe, que sin embargo no había leído el libro titulado Machiavelli que si me facilitaba el nombre de su escritor con gusto lo leería, asi como había leído El Arte De la Guerra de Sun Tzu, De la Guerra de Klausewitz, La Suma Teológica de Santo Tomas de Aquino, El Elogio a la Locura de Erasmo de Rotterdam, El Discurso del Método de Rene Descartes, entre muchos de los libros que leído y leo aun.
Acto seguido esto me sonreí con él y proseguí explicando los detalles de la implementación de la campaña y al finalizar digo:”Not all Mexicans came here as ilegal workers to cut the grass for the Texans, some of them are also the bosses of Texans and do speak more than two languages.”
De más esta decir que el muchacho se quedó extrañado y en su rostro podía leerse sus pensamientos. Los cuales eran: “WTF? Does this beaner really read Machiavelli? F#$* you you wetback!”
Días después estaba platicando con uno de mis diseñadores acerca de lo fascinante que es la cultura China, y de cómo la China actual es el resultado de una visión a largo plazo que tuvo en su momento Mao Tse Tung en su tiempo, cuando en esos momentos acertaba a pasar caminando enfrente de nosotros una de las compradoras de medios del equipo de trabajo y se voltea preguntándonos si ese Mao era un rapero del West Coast, ya que ella nunca había oído hablar de ese tal Mao.
El diseñador gráfico y yo nos miramos el uno al otro con caras de asombro, y el que es un Cubano de mente muy rápida y lengua aún más afilada le pregunta a la chica: “ Hey what school did you go to? Please let me know so I don’t send my kids there!” Yo me mordía la lengua para no reírme mas el diseñador no se controló y se carcajeo.
He usado estas dos anécdotas, de entre una plétora de muchas otras sucedidas en el microcosmos de la oficina, para ejemplificar el grado excesivo de ignorancia que abunda en nuestra sociedad Americana y Latinoamericana hoy en día. Ya cada día se exige menos en las escuelas el leer los clásicos de la filosofía, aprender calculo, probabilidad, Latín (Clásico y el Vulgata), Griego, teología, estadística, geometría analítica, algebra, trigonometría, teoría musical, y otras materias más que son de suma importancia para la formación integral del educando como persona.
No es malo ser ignorante pero si el no hacer nada para cambiar esa situación. Sin embargo he notado que mucha gente se regocija presumiendo de su ignorancia como si esta fuera algo de lo cual estar orgulloso. No sabrán de los clásicos de filosofía, ni de algebra, o calculo pero si se saben al dedillo todos los escándalos que aparecen en las ya muy conocidas revistas de chismes faranduleros de las cuales tienen suscripción anual.
La educación, acompañada del trabajo duro y honesto, son los factores de movilidad social más seguros que existen en el mundo. Incontables ejemplos hay de cómo alguien proveniente de un estrato social bajo sube de escalafón socio-económico debido a los esfuerzos que ha dedicado al estudio y al trabajo.
Cuando alguien en lo personal me pregunta cuál es la principal diferencia que yo noto entre sociedades como la Escandinava y la Americana siempre digo que son muchas pero de las más notables son lo éticos, detallistas en el trabajo, y preparados que son los Escandinavos como sociedad en general. Que se lee muchos más libros, en proporción a su número de habitantes, en un país como Suecia que en USA. La gente aquí en América en su mayoría prefiere ver más televisión de entretenimiento que educativa, y aún menos tienen el hábito de la lectura.
A veces me pareciera que la clase política de Latinoamérica y USA han sabido aplicar muy bien la máxima Romana de Panem Et Circences (Tele y Football) y que por ende muchas personas viven en lo que se llama en inglés “blissful ignorance”, o como dirían mis preceptores uno de mis preceptores Jesuitas “Vulgo est Lego”, condenados a no romper el círculo vicioso que evita su movilidad social, pero que sin embargo el cual es muy conveniente a los políticos ya que es más fácil gobernar a un pueblo cuando este es ignorante.
¡Sí! Yo soy el primero en admitir que el costo de la educación es caro, pero es mucho más caro el costo de la ignorancia. ¡Sí! Puede decirse tal vez el hecho de que en mi primer semestre de preparatoria al reprobar la materia de matemáticas tuve que pasar un año entero trabajando en la plataforma Júpiter I, en el mar de Campeche, como obrero en la extracción de petróleo a mis 15 años me haya hecho valorar en demasiá el valor de la educación, o tal vez pudiera pensarse que por el hecho de que soy Judío y que a lo largo de generaciones y siglos hemos aprendido como Judíos que lo único realmente valioso que tenemos es el conocimiento y preparación, cosa que ha sido una constante en mi familia pues tanto mis abuelos como bisabuelos fueron a la universidad, es que le doy una gran preponderancia a la educación.
Una de las cosas que mas admiro, amen de gustarme, en mi esposa es que ella, al igua que mi madre muchos años atrás regalome mi primera enciclopedia a mis 5 años de edad, no escatima dinero alguno en comprarle a mi hijo Ariel todos los libros que el pide.
Sin embargo me pregunto, y les pregunto a ustedes lectores:
¿Qué tanto hacemos para que nuestros hijos tengan una educación integral de calidad?
¿Qué tanto hacemos para formar ciudadanos críticos y con valores cívicos que redunden en una sociedad más justa para vivir?
¿Qué tanto hacemos para evitar que nuestros hijos presuman de su ignorancia preguntando si Mao es un rapero de la costa oeste de los Estados Unidos?
¿Qué tanto hacemos por la labor de enseñarles a nuestros hijos a tener una conciencia critica?
Es momento de hacer el cambio con nuestros hijos creando en ellos una conciencia critica además de una sed de conocimientos y estudios que los lleve a ser mejores miembros de la sociedad donde vivan.
Fuente: http://www.pinkguayoyo.com/
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