El debate que nos debemos

Claudia Araujo

El espacio creado para definir qué y cómo enseñará la escuela chaqueña de 2013 en adelante llega a su instancia de conclusión. O cuando menos transita el final de su fase de consulta masiva y diversa.


Hace casi cuatro meses la convocatoria al congreso pedagógico provincial era ambiciosa, abría la participación a papás, mamás, a la familia toda, a las organizaciones civiles y a la ciudadanía en general.

La cartera educativa proponía “construir la escuela que queremos para dentro de diez o quince años”. La reacción inmediata para quienes recibían ese mensaje abundaba en preguntas de este tipo: ¿para qué ir si estos temas las definen de arriba?, ¿qué voy a venir a proponer si no tengo ni idea del tema?, “que discutan los maestros, que son los que enseñan”, etcétera. En consecuencia, si de medir la cantidad de participantes de la comunidad se trata, puede afirmarse que la convocatoria fue un fracaso. En cambio, si se tiene en cuenta que una parte -aunque fuera mínima- consideró que tuvo algo para decir, esa respuesta cobra entonces otra dimensión.

Con la meta de llegar al 10 de septiembre con un borrador para un proyecto de ley que reúna los nuevos contenidos, los encuentros que comenzaron en mayo en Villa Ángela continuaron en varias ciudades más antes de llegar a Resistencia el pasado viernes. Sáenz Peña, El Sauzalito, General San Martín, Charata, Machagai, Pampa del Infierno, Castelli, Tres Isletas y Puerto Tirol contribuyeron a sumar aportes y experiencia.

Cuando el Ministerio de Educación de la provincia instó a los trabajadores de la educación a discutir sobre cómo enseñar mejor en las escuelas (reaprovechando el conocimiento y la experiencia con que ya cuentan los docentes), otros tantos nos preguntamos si efectivamente los convocados estarían a la altura de tamaña responsabilidad. Y el interrogante no se basaba en la descalificación o menoscabo de los representantes del sector, sino en cuestiones más vinculadas con una predisposición negativa hacia cierta ‘bajada de línea’ o con la falta de interés de algunos participantes por validar una agenda impuesta por el gobierno. También hubo quienes rehusaron tratar temas pedagógicos cuando en el sistema persisten incumplimientos o falencias tan importantes y serias como el replanteo en la forma de enseñar. Con unos y otros la consulta echó a andar y se abrió camino. En cada instancia regional se conformaron comisiones por niveles educativos (inicial, primario, secundario y superior) y modalidades (técnica, rural y especial). Y es interesante compartir algunas de las preguntas que rigieron una de las discusiones para contribuir a comprender el planteo.

Para los de primaria, las preguntas rectoras del debate fueron: ¿qué se debería cambiar en la forma de enseñar?, ¿qué cambios mejorarían las áreas?, ¿y cuáles favorecerían el ingreso de alumnos con discapacidad a la escuela común?, ¿qué formación pedagógica es necesaria para el ámbito rural?, ¿qué acciones debe realizar la biblioteca para efectivizar el cumplimiento de la función pedagógica, social y cultural?, ¿qué hay que cambiar en la forma de enseñar a los adultos?, ¿cómo ensañar en contextos de encierro?, ¿qué conocimientos aportan diferentes lenguajes de la educación artística a la formación del alumno?, ¿qué deberían enseñar los profesores de educación física en una escuela inclusiva? El viernes, en el instituto San Fernando Rey, al presentar el sentido de la instancia, el subsecretario Educación Daniel Farías graficó: “Llegó el tiempo de que los verdaderos especialistas de la educación nos encarguemos de los diseños curriculares que los técnicos definían hasta ahora. Los docentes fuimos los convidados de piedra en los cebecés (contenidos básicos comunes), que tuvimos que aprender a descifrar. Hubo un tiempo en el que ‘se hizo como que’ (se generaban cambios), ahora es tiempo del hacer”.

De regreso a la mirada de los participantes, entre los cuales los docentes son mayoría, hay observaciones atendibles. Hay quienes consideran que pudieron haber construido otro modelo de consulta desde una visión más abarcadora, que contemple a lo ya hecho o en vías de evolución en numerosas escuelas.

Desde la vereda de enfrente otros celebraron vivir una época de cambio de paradigmas, que permitirá construir otros nuevos, tal vez mejores; porque a partir de una mirada ‘revisionista’ de los errores se puede planificar y ejecutar mejor ciertos objetivos, porque a partir de la unidad de voluntades es posible empujar cambios genuinos. Quienes asistimos como meros espectadores observamos terreno fértil para la expresión y el intercambio, para la maduración del debate y para la apertura de nuevos. Los espacios están, lo que falta es aprovecharlos.

Fuente: D. Chaco

Comentarios



Lo más leído de la semana

Entrevista a Eduardo Mijno: Resultados de encuesta, liquidación de haberes, licencias médicas e incentivo. Audio.

Vouchers educativos: conocé cómo acceder al programa nacional

Arranca el cronograma de pagos en la administración pública provincial

FEDERACIÓN SITECH SE REUNIÓ CON DIPUTADOS Y SENADORES NACIONALES POR EL FONID

Extienden el horario de atención en la Dirección de Títulos y Equivalencias