LA VERDAD SOBRE LO OCURRIDO EN LA CAMARA

Escrito por  Jorge Gonzalez 

Ante los hechos sucedidos el pasado viernes 5 de abril en el marco de la interpelación al ministro de educación Sergio Soto, y en nuestro carácter de afectados por las denuncias penales y mediáticas presentadas por el gobierno provincial, consideramos necesario brindar a la sociedad toda nuestra propia versión de los hechos, haciendo uso de nuestro legítimo derecho a réplica. La misma fue presentada en conferencia de prensa en el local de Federación SITECH en el día de la fecha.

El contexto en que se produjeron los hechos es el de la lucha de un sindicato y docentes auto convocados por recomponer su salario. Un salario al que la inflación le robó un 20%, dado que la recomposición del año pasado no superó el 6% real. Con una inflación mayor proyectada para este año, el gobierno pretende imponer un porcentaje de recomposición menor. De esta manera, en 2 años se perdería por lo menos un tercio de los salarios docentes, los cuales están muy lejos de cubrir el monto de la canasta familiar básica. Además, la gran cantidad de montos en negro implica que una docente que se jubile este año cobrará casi un tercio de lo poco que está cobrando.

En este marco el ministro Soto no sólo ejecuta descuentos sino que amenaza con aumentarlos y con dejar cesantes a los docentes que hagan paro. A ello se suma la brutal represión policial durante el desalojo de la ruta 16 el 21 de marzo, en las cercanías de Machagai, y el secuestro de los libros de firmas en San Bernardo.

Antes de la interpelación, el sindicato pide que puedan ingresar al recinto algunos de sus representantes para ocupar no más del 50% de “la pecera” (el espacio reservado para los oyentes de las sesiones). Igualmente, solicitan al presidente de la Cámara que se coloque en la vereda una pantalla y parlantes para se pudiera seguir la interpelación desde fuera del recinto.

El día 5, al llegar la movilización, los docentes se enteran que la “pecera” estaba colmada desde primeras horas de la madrugada por sectores oficialistas, que no iba a haber pantalla ni parlantes, pero sí había una valla en la esquina que impide llegar siquiera hasta la vereda de la Cámara de Diputados. El subsecretario de seguridad Mauro Flores atiende a los docentes y se acuerda la entrada de por lo menos 5 dirigentes del sector mientras comienza a hablar Soto. No hay respuestas primero y luego se informa que no es posible. Posteriormente se acuerda el desalojo de la pecera para que todos los oyentes estén en igualdad de condiciones, lo cual tampoco se cumple.

Ante la negativa de todas las alternativas para llegar a presenciar ni tan siquiera a escuchar la interpelación, la indignación de los docentes crece. Se atraviesan las vallas llegando a la puerta donde la policía impide la entrada y comienza a disparar granadas de gas lacrimógeno, gas pimienta y bastonazos. En ese mismo sector, los docentes echan a por lo menos 4 policías de civil infiltrados, quienes son indicados como los que inician la agresión a la infantería.

Horas mas tarde, se publicita por la prensa una denuncia penal presentada por el subsecretario Flores contra docentes y referentes de los movimientos sociales que integran la Multisectorial.

Consideramos que estos hechos constituyen un agravio más en la escalada de violencia del gobierno provincial contra los sectores sociales y políticos que no están dispuestos a resignar sus derechos. No sólo se trata ya de amenazas, descuentos y represión, sino también de judicialización y criminalización de la protesta. Utilizando mecanismos ilegales como el espionaje: filmación, infiltración de policías. Se pretende mostrar como criminales a los docentes y movimientos sociales que defienden la educación pública.

Frente a un reclamo justo y legítimo por el derecho a la educación pública el gobierno pone en marcha una operación mediática para intentar desvirtuar la realidad vivida por el sector del trabajador de la educación. Por eso, entendemos que todo lo expuesto desmiente tajantemente lo vertido por distintos voceros del oficialismo.

Fuente: D.  Villa Ángela