Femicidio: la estructura psíquica de los hombres que pueden llegar a matar a sus mujeres

Son personas normales, comunes y llevan una vida estándar, sin mayores sobresaltos que aquellos impuestos por estos tiempos posmodernos. Algunos son profesionales exitosos, de buen pasar económico; sin embargo, por algún motivo terminan desencadenando un drama y una tragedia. Muchas veces, esta cara del femicidio no se refleja de esta forma. Por eso, en una doble jornada-taller convocada por la Asociación Civil Lograr, profesionales de la Fundación 9 Mujeres abordaron este flagelo desde la perspectiva psicoanalítica y describieron los tipos clínicos de hombres que pueden llegar a matar a sus mujeres sin ser necesariamente violentos.



“Las conclusiones son perturbadoras, del estilo cualquiera te puede matar, es decir que podés estar durmiendo con el enemigo”, revela el licenciado Osvaldo Gómez, vicepresidente de la Fundación 9 Mujeres y principal disertante durante las dos jornadas que se realizaron la semana pasada en la Casa de las Culturas. Allí estuvo acompañado por la licenciada Graciela Santos, presidenta de la entidad con sede en Monte Grande, provincia de Buenos Aires.

Ambos visitaron NORTE y repasaron en detalle esas estructuras mentales psicoanalíticas, los estadios del inconsciente y los cuatro “tipos clínicos” masculinos que pueden llegar al femicidio. También la tendencia al acto por razones culturales, la retentividad obsesiva en sus límites y el ámbito del narcisismo como última defensa.

Para el psicoanalista, las razones que pueden llevar a una persona a pasar al acto homicida dependen de características y rasgos de la estructura inconsciente de cada ser humano, y también de las herramientas defensivas psíquicas que tiene para no dejarse desbordar. “No todos los casos son de golpeadores profesionales. Hay muchos como aquel del famoso dentista Barreda, que era un tipo que jamás había matado a una mosca y, sin embargo, cometió el más extremo de los hechos de violencia doméstica como lo fue el asesinato de toda su familia”, ejemplifica.

Acto versus palabra

Con respecto a los tipos clínicos psicoanalíticos, Gómez revela que existen dos que son básicos y que pueblan la mayoría de las menciones periodísticas. Son casos de señores que han crecido, se han educado y han vivido en un ámbito familiar contextual inicial donde “el acto tenía más valor simbólico que la palabra. Es decir, se hablaba poco y se pegaba mucho”, describe. Ejemplifica al respecto que, en determinadas comunidades, una patada entre un chico de la calle y otro es significada como un saludo afectuoso.

Gómez subraya que deben considerarse -en todos los casos- los aspectos culturales y antropológicos, el machismo, el patriarcalismo y la concepción de la mujer como un ser inferior. “De los 25.000 años de historia de la humanidad en tanto hablante sujeta del lenguaje, durante 24.940 años han considerado a la mujer (y aún la consideran) como un bien de uso e intercambio”, indica. Y menciona también otro elemento de ese discurso: “La mujer no es el complemento del hombre, no es la media naranja. Es la alteridad más radical que tiene el hombre, no la soporta ni soporta su femineidad”.

Brotes psicóticos

Otro tipo clínico está dado por aquellos casos de brotes psicóticos. “Pueden provocar un pasaje al acto donde se elimina al otro o a la otra en tanto en el delirio del psicótico el otro me fragmenta o me parte en pedazos”, explica el experto.

Una de las tipologías que engloba a hombres comunes, profesionales, trabajadores de posiciones económicas estándar es la que el psicoanálisis denomina “cuando la mujer es el síntoma del hombre”. “Son esas parejas formales donde el hombre no sabe por qué con cada cosa que dice la mujer él siente la certeza de que habla de él. No sabe muy bien qué quiere decir, pero resulta inquietante”, refleja el especialista.

Esa situación se reitera durante tanto tiempo en la vida de una pareja estable, que el malestar es creciente. Entonces el hombre “empieza a apelar a mecanismos evitativos del discurso de la mujer. Es decir, vuelve más tarde del trabajo, sale más con los amigos, llega a su casa pero se sienta en la computadora y además se lleva trabajo a la casa”. Todo llega hasta un punto en el que se acerca “al borde de la angustia y no puede sino hacer callar a la mujer, como una de las maneras de evitar sentirse tan mal”.

En tanto, “la mujer no entiende de qué se trata y sigue hablando, aunque sea con terceros”, describe Gómez. Es que, por estructura psíquica, “ella habla mucho porque está habitada por una falta estructural, entonces pide, demanda y se queja”, acota. Ese contexto puede llevar al pasaje al acto y al asesinato. Para el psicoanalista, esta tipología probablemente sea la más común. Sin embargo señala que “no se habla mucho de ella a nivel clínico ni sale en los diarios porque este discurso psicoanalítico no es tan popular”.

Neuróticos obsesivos

Otro tipo clínico es el de los llamados neuróticos obsesivos, “o sea la mayoría de los hombres”, afirma el especialista. “Acá el problema es que la mujer, después de muchos años de relación y por el motivo que fuese, harta del maltrato, de la desvalorización, de la injuria, etcétera, un día le pide la separación. Y ahí se desencadena una estructura retentiva que, en el riesgo máximo de perder el objeto de su retención, puede llegar al femicidio como una forma de resolver el famoso o mía o de nadie”, revela.

Recuerda en ese orden que, de los 311 casos de femicidios contabilizados durante 2011 en todo el país por el Consejo Nacional de la Mujer, más del 50% fueron cometidos por exesposos, exnovios que no pueden aceptar que la mujer “se vaya y sea de otro, aun cuando ya esté resuelta una separación”. Acota así que esto “va más allá del sentido común”, ya que puede tratarse de “señores muy cultos y profesionales”. Es decir que “la pulsión inconsciente puede más que el sentido común, las creencias y el consejo de los demás”.

“Estos hombres entienden que está mal lo que hacen y que es más conveniente emocional y económicamente irse. Pero no pueden evitar la pulsión, esa cosa inconsciente que hace que se cieguen, se acerquen al borde de la angustia cuando la ven o la presumen con otro, entonces van y la matan”, repasa Gómez.
Hay más sobre este tipo clínico. “El neurótico obsesivo retentivo pasa a ser realmente peligroso cuando se presentan las primeras evidencias de que no tolera que la mujer se vaya. Porque ese sólo hecho a él le demuestra tres cosas: su fracaso en tanto un mortificador del deseo de ella; que esa mujer tiene vida y él la creía muerta; y fantasmatizar que ella ya está con otro, y que ambos lo gozan”, enumera el psicoanalista.

Los casos de narcisismo

También hay casos de narcisismo. Se trata de un registro de tipo especular e imaginario (porque está hecho de imágenes). “Un registro narcisista es un registro psíquico en el cual existo yo y el otro, en tanto mi imagen”, explica Gómez. Es un registro que surge en la estructura psíquica humana alrededor de los seis meses de vida.

“Cuando fracasan todos los mecanismos defensivos de un señor que está tratando de evitar la angustia, no es imposible que se produzca una regresión inconsciente hasta este registro narcisista, en el que se siente fragmentado, herido y destruido por lo que el otro hace; y la única manera concebible de que me reintegre imaginariamente es sólo a través de la destrucción del otro. Esto da origen a las conductas locamente hostiles que hoy se ven en la calle”, indica.

Estas conductas narcisistas se desarrollan hoy en un contexto diferente al de hace medio siglo atrás. “Nunca antes en la historia de la humanidad la mujer tuvo tantos logros fálicos, en tanto son tradicionales de los hombres, como el título universitario, el voto, el acceso a lugares jerárquicos y ejecutivos, a cargos públicos, el acceso a querer ella el divorcio y a la decisión sobre qué hacer con su cuerpo. Tantos logros produjeron el avance de la conciencia de la mujer en relación al hombre y, por otro lado, cierto retroceso equivalente del hombre en relación a esa mujer que es su alteridad y que se le escapa de las manos”, detalla.

Ese escenario tiene, en Argentina, un elemento adicional: lo ocurrido en el país durante la última dictadura militar. “Fue el primer gobierno en la historia que cometió un horror desde el punto de vista psicoanalítico. Es el único gobierno que se devoró a sus hijos y además lo ocultó y mintió. Era un horror porque era esquizofrenizante, que al final de la dictadura dejó secuelas de tipo psicológico profundo, una de las cuales es una crítica atroz contra toda forma de autoridad en tanto autoritarismo”, resalta Gómez.

De ahí que llegan tres o cuatro generaciones de padres que, para no ser autoritarios, son democráticos y amigos de sus hijos. “Ese debilitamiento del rol de la palabra del padre ante sus hijos en el matrimonio, el avance de la palabra de la mujer y de su independencia económica, hicieron que el hombre, desde su presunción de ser el tenedor del falo, dude de que lo tiene. Y en tanto no puede aceptar su castración, lo lleva a la angustia o a mecanismos maníacos de negación, uno de los cuales es la violencia”, concluye.

Niveles crecientes de violencia

Desde que la mujer puede elegir denunciar (hay múltiples -y nuevos- dispositivos legales y lugares donde hacerlo), en lugar de reducirse la violencia doméstica “se disparó y es mayor, porque en tanto la mujer puede hablar, denunciar, separarse, irse y elegir a otro, el hombre se feminiza y se angustia más. Entonces, los niveles de violencia con que se defiende psíquicamente son cada vez más extremos”, advierte el psicoanalista.

“Salvo los casos de aquellos hombres que no pueden evitar pegar, el resto pueden llegar a ser imprevisibles en términos de violencia extrema, lo que nos hace concluir con esta cosa perturbadora de decir vos podés estar durmiendo con tu asesino”, advierte finalmente.

Fuente: D. Norte

Comentarios



Lo más leído de la semana

Entrevista a Eduardo Mijno: Resultados de encuesta, liquidación de haberes, licencias médicas e incentivo. Audio.

Vouchers educativos: conocé cómo acceder al programa nacional

Arranca el cronograma de pagos en la administración pública provincial

FEDERACIÓN SITECH SE REUNIÓ CON DIPUTADOS Y SENADORES NACIONALES POR EL FONID

Extienden el horario de atención en la Dirección de Títulos y Equivalencias