El frío, el viento, la humedad y la resequedad hacen estragos en la piel. Qué pasos seguir en casa para lograr que luzca mejor
La piel es el órgano más extenso del cuerpo. Ella es la
encargada de protegernos de las agresiones externas y de la
hidro-evaporación interna. Descuidarla puede perjudicar no sólo su
estética sino, también, la salud.
El
viento, el frío y la humedad característicos del invierno son agentes
agresivos que se enfrentan a diario y que resecan y, por lo tanto, la
desmejoran notablemente.
Por eso, es fundamental
modificar los hábitos, mantenerla hidratada y utilizar productos
adecuados además de los tratamientos. El contraste entre la humedad de
la calle y la sequedad de los sitios cerrados con calefacción puede
provocar que nuestra epidermis se vuelva irritable y pierda elasticidad
como consecuencia de la alteración de la capa hidrolipídica, la
protección natural de grasa y agua de la piel.
"Para
evitar esto es necesario hidratar la piel a diario. Para quienes
practican deporte al aire libre, estos factores de riesgo aumentan por
lo que deben de cuidar la piel mucho más. Otro gran aliado del invierno
es el estrés, como consecuencia del ritmo de vida, también repercute en
la piel y puede provocar en ella irritaciones, rojeces y un
desequilibrio en la hidratación", señaló Mario Fuks, director médico en
la Clínica M&D.
Los pasos a seguir
-Tomar por lo menos dos litros de agua mineral durante todo el día.
-
Evitar la calefacción a fuertes temperaturas. La calefacción emite
sustancias que generan la muerte de las células cutáneas y quita la
humedad natural de la piel.
-En la ducha, evitar usar
agua muy fría o muy caliente. Esto traumatiza la piel y puede causar el
rompimiento de vasos sanguíneos. Lo ideal es bañarse con agua tibia.
-
Mantener la humedad natural de la piel usando cremas y jabones
hidratantes en todo el cuerpo y, sobre todo, en la cara y las manos.
- Hidratar la piel de la cara y el cuerpo dos veces al día, la primera por la mañana y luego después de la ducha a la noche.
- Comer frutas frescas de estación ( pomelo, manzana, mandarina). Alimentos ricos en vitamina E son ideales.
-
Tomar jugos naturales de frutas y verduras ayuda mucho a mantener la
piel hidratada y protegida durante el invierno. Uno de los mejores es el
de Manzana verde, apio, zanahoria y remolacha. Lo mejor es hacerlos con
cáscara, ya que es ahí donde almacenan todas las vitaminas que
beneficiarán.
- Exfoliar la piel con algún scrub que se puede hacer
casero con alguna crema base y agregarle azúcar en grano y almendras
trituradas.Fuente: Infobae
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