Los
tics conforman el trastorno de movimiento más frecuente de la infancia,
su prevalencia es de aproximadamente entre el 6 al 12% y pueden
asociarse a trastorno obsesivo compulsivo y al déficit de atención e
hiperactividad.
El
neurólogo Diego Ballesteros, especialista en Enfermedad de Parkinson y
Movimientos Anormales del Instituto de Neurología y Neurocirugía del
Sanatorio de Los Arcos, explicó que los tics "son movimientos
involuntarios bruscos, de corta duración, y repetitivos que pueden ser
fónicos o motores".
Ballesteros
comentó que muchas veces estos tics "son transitorios", aunque advirtió
que "cuando coexisten tics motores y fónicos en un paciente (no
necesariamente ambos a la vez) puede tratarse del síndrome de Tourette,
que suele asociarse a trastornos conductuales como el déficit de
atención e hiperactividad o el trastorno obsesivo compulsivo".
"Además,
los pacientes con dicho síndrome pueden presentar otros síntomas como
coprolalia (insultar o decir groserías) o copropraxia (realizar gestos
obscenos) entre otros", remarcó el neurólogo.
Existen
varios tipos de tics: los fónicos simples (sonidos como aspiración,
carraspeo, gruñido, chirridos, gritos, tos, ladridos, sopladura o de
succión) los complejos, que constan de expresiones lingüísticas
significativas y verbalizaciones.
Ballesteros
señaló que "los tics motores simples son los más frecuentes y se
relacionan con movimientos musculares del rostro (cejas, párpados,
nariz, cuello, manos, brazos, hombros), mientras que en los complejos
son movimientos involuntarios realizados por grupos musculares más
extensos, que pueden tener un secuencia o un patrón que puede
impresionar tener una finalidad".
"En
general, los tics empeoran en situaciones de estrés, cansancio o
ansiedad, variando en severidad y frecuencia. Si bien suelen originarse
en la infancia, suelen mejorar o desaparecer al llegar a la adultez,
aunque los tics pueden persistir o exacerbarse en el 15% al 20% de los
casos", aseguró el experto.
Otra
característica es que antes de la aparición del tic, los pacientes
suelen experimentar una sensación premonitoria de incomodidad o tensión
en el área corporal donde aparece el movimiento, que se alivia al
efectuar el movimiento.
El
síndrome de Tourette, afecta entre el 0,3% al 0,9 % de los chicos en
edad escolar, en especial entre los 6 y 10 años, quienes pueden ver
perjudicado su rendimiento escolar y su capacidad de integración social,
dependiendo de la severidad del cuadro.
"Existe
una tendencia a pensar que el síndrome de Tourette está relacionado
solamente con casos graves. Sin embargo, los niños que a lo largo de un
tiempo mantienen una combinación de tics fónicos y motores pueden ser
casos de Tourette, aún cuando no llegue a presentarse en sus formas más
complejas", indicó el especialista.
Al respecto, el neurólogo sostuvo que "los chicos pueden no manifestarlo, pero socialmente los tics pueden ser inhabilitantes".
"Casi un
70% de los pacientes se asocian a alguna comorbilidad psiquiátrica, como
trastorno obsesivo compulsivo, déficit de atención e hiperactividad,
ansiedad o depresión entre otros, estos síntomas pueden tener un alto
impacto en la calidad de vida, pudiendo ser mayor aún que los propios
tics", añadió.
LAS CAUSAS
Se
desconoce cuál es el mecanismo exacto por el que se producen los tics,
aunque se presume la existencia de un componente hereditario, no es
infrecuente que alguno de los papas tenga algún tic, y es más frecuente
en varones que en mujeres (con una relación aproximada de 2 a 1).
Varios estudios han demostrado alteraciones en la neuroquímica en el sistema nervioso central.
Se
cree que la alteración de ciertos neurotransmisores como la dopamina o
la serotonina, generan una alteración en los circuitos de conexión entre
núcleos profundos y las regiones sensitivo-motoras y de asociación de
la corteza cerebral, generando los tics.
No
se sabe con exactitud qué área se activa luego de presentar el tic, se
cree que se activan zonas corticales y subcorticales, los pacientes
refieren que al realizar el tic se reduce la sensación premonitoria
desagradable, esa sensación podría ser causada por una habituación
sensitiva defectuosa.
Ballesteros
aseguró que ante la presencia de tics simples o complejos, o la
sospecha de Tourette "se debe consultar a un médico neurólogo a fin de
realizar un diagnóstico y un tratamiento temprano".
"El
tratamiento del síndrome de Tourette debe ser multidisciplinario, que
debe incluir un neurólogo o un neuropediatra con experiencia en
trastornos del movimiento, un psiquiatra y un psicólogo dependiendo de
las características clínicas de cada paciente", resaltó.
A
la vez, destacó que "existen varios fármacos para controlar los tics
así como también las comorbilidades psiquiátricas que existen en estos
pacientes, debe adecuarse el tratamiento a cada paciente en particular,
existen además terapias efectivas como la psicoterapia".
"Además
algunos pacientes con tics focales, pueden beneficiarse con la
aplicación de toxina botulínica en el área corporal afectada por el tic,
actualmente estos tratamientos se realizan en el Instituto de
Neurología y Neurocirugía en el Sanatorio de Los Arcos. En casos severos
refractarios a la medicación la cirugía de estimulación profunda
cerebral", concluyó.
Fuente: D. Chaco
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