Esta mañana muchos automóviles sufrieron dificultades por el ingreso de agua a causa de las intensas precipitaciones. NORTE te acerca las recomendaciones de CESVI Argentina para estas situaciones.
La intensa tormenta de esta madrugada sorprendió a varios automovilístas, que encontraron sus vehículos bajo agua al despertar o al intentar transitar por la ciudad.
Especialistas recomiendan considerar que el tiempo que transcurre entre la inundación y el momento en que se le da servicio a la unidad debe ser el menor posible, ya que la corrosión y el óxido en los conectores y la electrónica avanzan velozmente.
Además, hay que tener en cuenta que algunos modelos pueden no arrancar por tener el tubo de escape lleno de agua: en este caso se debe colocar el auto en un ángulo adecuado para escurrirlo o desmontarlo.
Desde CESVI recomiendan una serie de acciones básicas que se deberán realizar sobre los autos inundados para no dañar los elementos, conservarlos e identificar los averiados:
– En primer lugar, es fundamental no dar marcha al auto: es imperativo adecuar las condiciones de la unidad antes de intentarlo, ya que existe riesgo de inutilizar más componentes electrónicos o mecánicos. En el caso de que no arranque no se debe insistir. Lo ideal es concurrir a un servicio especializado para un diagnóstico electrónico.
– Se debe desconectar la batería y quitar el filtro de aire. Si la unidad tiene intercooler (es muy común en los diésel modernos) también hay que quitarlo ya que es probable que tenga agua. Luego, debemos desmontar las bujías si es nafta o los precalentadores si es diésel. Solo en el caso de que el barro se haya “comido” el motor, aplicar agua a presión como primera medida y con la batería desbornada.
– Es importante verificar que el combustible NO contenga agua. Para ello, se debe quitar el tubo de suministro que proviene del tanque y extraer al menos dos litros (si verifica con un volumen menor, no está verificando el fluido del tanque, solo el contenido en el filtro y el tubo). En caso de encontrar agua deberá vaciar el tanque y limpiarlo, y rearmar reemplazando el filtro.
– Es importante verificar el nivel de aceite del cárter: si es mayor al máximo habrá que quitarlo; en caso de que sea menor lo podemos dejar para continuar con las pruebas (luego se reemplazará junto con el filtro).
– Se deberán reemplazar todos los fluidos y filtros. Sustituya el filtro del aire tanto si es metálico como si su núcleo es de papel, porque de no hacerlo, en ambos casos se verá afectado por el moho. La humedad acumulada en los filtros interiores actuará en forma de ruidos e insalubres pestilencias.
– En caso de llevar al vehículo a un taller o centro especializado, es importante que se realice una limpieza de los conectores de toda la instalación eléctrica que se sumergió, tanto en el motor como en el habitáculo. Si no se conoce el nivel que alcanzó el agua, se puede guiar por las marcas en los tapizados de puertas y butacas.
– Recuerde que el posicionamiento de las unidades electrónicas, computadoras y estaciones de interconexión es diferente en cada vehículo.
– Una vez que se hayan realizado todos estos chequeos, se puede volver a conectar la batería y accionar el arranque en forma directa utilizando un cable remoto desde la batería al automático del motor (no utilizar la llave) durante 15 segundos.
– Es probable que por los agujeros de las bujías se expulse el agua que se acumuló en los cilindros, por lo que se recomienda proteger los ojos.
Ahora sí, ya puede rearmar los componentes de motor y dar marcha al auto con la llave de arranque.
Con respecto a la tapicería y los interiores, lo primero que se debe hacer es desmontar los asientos y los revestimientos del suelo y las puertas, lo que permitirá que la recuperación del vehículo dañado por las inundaciones sea mucho más efectiva. Puede ayudarse con un secador. Si bien cada tipo de tapicería es un mundo, en las convencionales debe comenzarse por quitar la suciedad más importante con cepillo y esponja. Luego, aspirar a fondo toda la tela para evitar humedad y posible moho. Lo más recomendable para que todo el proceso se realice satisfactoriamente es contar con una máquina profesional de limpieza prestada o alquilada. Y antes de sentarse de nuevo, dejar secar todo muy bien.
Por otra parte, si el granizo dañó la capota, debe comenzarse por evaluar los daños, ya que seguramente se trate de una situación que no tenga remedio. No obstante, si no fueron mayores puede limpiarse y hacerse un tratamiento con alguna cera hidratante.
En tanto, si las juntas de los faros ya no son impermeables, hay que sustituir toda la pieza, y si la luneta se rompió, repararla en vez de cambiarla puede costar hasta un 80% menos.
Tips en caso de tormenta
Repasamos los principales aspectos para desplegar una conducción segura en caso de tormentas:
– Frenos: debemos transitar con precaución y a baja velocidad, aumentando la distancia de seguimiento entre vehículos, ya que por la baja adherencia del neumático y la calzada humedecida los frenos pueden alterar su funcionamiento.
– Aquaplaning: la acumulación de agua en la calzada puede generar el llamado efecto aquaplaning, es decir, que el parche de contacto del neumático no desaloje el agua que se encuentra entre éste y el asfalto.
– Zonas altas: siempre que uno ya esté en el tránsito, se debe tratar de seleccionar vías de circulación o zonas más altas de la ciudad. Así, disminuiremos la posibilidad de que a nuestro vehículo le ingrese agua por las tomas de aire del motor. Muchas veces, si se transita por las calles cercanas a las vías del tren (incluso de algunas rutas nacionales) el agua no llega a generar inundación, puesto que estos lugares son más altos que el resto de la ciudad. En zonas rurales, se debe circular por rutas o caminos principales, también autopistas.
– Vías dudosas: cuando se circule por vías que tienden a inundarse, y las mismas están anegadas, no avance. Trate de retomar hacia una vía alternativa. Pese a que uno conozca el lugar por donde transita de memoria (dónde están los pozos, badenes, cordones, etcétera), no se arriesgue. Muchas veces la cantidad de agua que se acumula supera ampliamente los límites de los elementos mecánicos. Pero también pueden surgir inconvenientes como quedar a la deriva, o pasar por encima de una alcantarilla destapada, rompiendo piezas mecánicas. En caso de dudar si se puede traspasar o no el sector comprometido, vuelva marcha atrás y retome por otro lado.
– Transporte alternativo: utilice otras opciones de traslado. Si dentro de sus posibilidades se puede evitar circular en auto dentro de la ciudad cuando la misma tiene muchas vías anegadas, hágalo. En caso de necesidad, varíe de vehículo para el desplazamiento. Elija colectivos o trenes.
– Velocidad reducida: vehículos altos no están exentos de la inundación. Muchas veces puede apreciarse a colectivos o camionetas de gran porte pasar por arterias completamente inundadas. Debido a que al atravesar estos ríos se genera oleaje, se sugiere disminuir la velocidad para no afectar a otros vehículos de menor porte, o peatones en las cercanías de la calle. También las viviendas se ven afectadas por la cantidad de agua que les llega.
– Descender del vehículo: no quedarse encima del vehículo si el mismo queda a la deriva. Ante la posibilidad de que su vehículo quede varado en un sector profundo, baje del mismo y diríjase con rapidez al sector alto más cercano.
Fuente: CESVI, Perfil, Clarín.
Fuente: D. Norte
La intensa tormenta de esta madrugada sorprendió a varios automovilístas, que encontraron sus vehículos bajo agua al despertar o al intentar transitar por la ciudad.
Especialistas recomiendan considerar que el tiempo que transcurre entre la inundación y el momento en que se le da servicio a la unidad debe ser el menor posible, ya que la corrosión y el óxido en los conectores y la electrónica avanzan velozmente.
Además, hay que tener en cuenta que algunos modelos pueden no arrancar por tener el tubo de escape lleno de agua: en este caso se debe colocar el auto en un ángulo adecuado para escurrirlo o desmontarlo.
Desde CESVI recomiendan una serie de acciones básicas que se deberán realizar sobre los autos inundados para no dañar los elementos, conservarlos e identificar los averiados:
– En primer lugar, es fundamental no dar marcha al auto: es imperativo adecuar las condiciones de la unidad antes de intentarlo, ya que existe riesgo de inutilizar más componentes electrónicos o mecánicos. En el caso de que no arranque no se debe insistir. Lo ideal es concurrir a un servicio especializado para un diagnóstico electrónico.
– Se debe desconectar la batería y quitar el filtro de aire. Si la unidad tiene intercooler (es muy común en los diésel modernos) también hay que quitarlo ya que es probable que tenga agua. Luego, debemos desmontar las bujías si es nafta o los precalentadores si es diésel. Solo en el caso de que el barro se haya “comido” el motor, aplicar agua a presión como primera medida y con la batería desbornada.
– Es importante verificar que el combustible NO contenga agua. Para ello, se debe quitar el tubo de suministro que proviene del tanque y extraer al menos dos litros (si verifica con un volumen menor, no está verificando el fluido del tanque, solo el contenido en el filtro y el tubo). En caso de encontrar agua deberá vaciar el tanque y limpiarlo, y rearmar reemplazando el filtro.
– Es importante verificar el nivel de aceite del cárter: si es mayor al máximo habrá que quitarlo; en caso de que sea menor lo podemos dejar para continuar con las pruebas (luego se reemplazará junto con el filtro).
– Se deberán reemplazar todos los fluidos y filtros. Sustituya el filtro del aire tanto si es metálico como si su núcleo es de papel, porque de no hacerlo, en ambos casos se verá afectado por el moho. La humedad acumulada en los filtros interiores actuará en forma de ruidos e insalubres pestilencias.
– En caso de llevar al vehículo a un taller o centro especializado, es importante que se realice una limpieza de los conectores de toda la instalación eléctrica que se sumergió, tanto en el motor como en el habitáculo. Si no se conoce el nivel que alcanzó el agua, se puede guiar por las marcas en los tapizados de puertas y butacas.
– Recuerde que el posicionamiento de las unidades electrónicas, computadoras y estaciones de interconexión es diferente en cada vehículo.
– Una vez que se hayan realizado todos estos chequeos, se puede volver a conectar la batería y accionar el arranque en forma directa utilizando un cable remoto desde la batería al automático del motor (no utilizar la llave) durante 15 segundos.
– Es probable que por los agujeros de las bujías se expulse el agua que se acumuló en los cilindros, por lo que se recomienda proteger los ojos.
Ahora sí, ya puede rearmar los componentes de motor y dar marcha al auto con la llave de arranque.
Con respecto a la tapicería y los interiores, lo primero que se debe hacer es desmontar los asientos y los revestimientos del suelo y las puertas, lo que permitirá que la recuperación del vehículo dañado por las inundaciones sea mucho más efectiva. Puede ayudarse con un secador. Si bien cada tipo de tapicería es un mundo, en las convencionales debe comenzarse por quitar la suciedad más importante con cepillo y esponja. Luego, aspirar a fondo toda la tela para evitar humedad y posible moho. Lo más recomendable para que todo el proceso se realice satisfactoriamente es contar con una máquina profesional de limpieza prestada o alquilada. Y antes de sentarse de nuevo, dejar secar todo muy bien.
Por otra parte, si el granizo dañó la capota, debe comenzarse por evaluar los daños, ya que seguramente se trate de una situación que no tenga remedio. No obstante, si no fueron mayores puede limpiarse y hacerse un tratamiento con alguna cera hidratante.
En tanto, si las juntas de los faros ya no son impermeables, hay que sustituir toda la pieza, y si la luneta se rompió, repararla en vez de cambiarla puede costar hasta un 80% menos.
Tips en caso de tormenta
Repasamos los principales aspectos para desplegar una conducción segura en caso de tormentas:
– Frenos: debemos transitar con precaución y a baja velocidad, aumentando la distancia de seguimiento entre vehículos, ya que por la baja adherencia del neumático y la calzada humedecida los frenos pueden alterar su funcionamiento.
– Aquaplaning: la acumulación de agua en la calzada puede generar el llamado efecto aquaplaning, es decir, que el parche de contacto del neumático no desaloje el agua que se encuentra entre éste y el asfalto.
– Zonas altas: siempre que uno ya esté en el tránsito, se debe tratar de seleccionar vías de circulación o zonas más altas de la ciudad. Así, disminuiremos la posibilidad de que a nuestro vehículo le ingrese agua por las tomas de aire del motor. Muchas veces, si se transita por las calles cercanas a las vías del tren (incluso de algunas rutas nacionales) el agua no llega a generar inundación, puesto que estos lugares son más altos que el resto de la ciudad. En zonas rurales, se debe circular por rutas o caminos principales, también autopistas.
– Vías dudosas: cuando se circule por vías que tienden a inundarse, y las mismas están anegadas, no avance. Trate de retomar hacia una vía alternativa. Pese a que uno conozca el lugar por donde transita de memoria (dónde están los pozos, badenes, cordones, etcétera), no se arriesgue. Muchas veces la cantidad de agua que se acumula supera ampliamente los límites de los elementos mecánicos. Pero también pueden surgir inconvenientes como quedar a la deriva, o pasar por encima de una alcantarilla destapada, rompiendo piezas mecánicas. En caso de dudar si se puede traspasar o no el sector comprometido, vuelva marcha atrás y retome por otro lado.
– Transporte alternativo: utilice otras opciones de traslado. Si dentro de sus posibilidades se puede evitar circular en auto dentro de la ciudad cuando la misma tiene muchas vías anegadas, hágalo. En caso de necesidad, varíe de vehículo para el desplazamiento. Elija colectivos o trenes.
– Velocidad reducida: vehículos altos no están exentos de la inundación. Muchas veces puede apreciarse a colectivos o camionetas de gran porte pasar por arterias completamente inundadas. Debido a que al atravesar estos ríos se genera oleaje, se sugiere disminuir la velocidad para no afectar a otros vehículos de menor porte, o peatones en las cercanías de la calle. También las viviendas se ven afectadas por la cantidad de agua que les llega.
– Descender del vehículo: no quedarse encima del vehículo si el mismo queda a la deriva. Ante la posibilidad de que su vehículo quede varado en un sector profundo, baje del mismo y diríjase con rapidez al sector alto más cercano.
Fuente: CESVI, Perfil, Clarín.
Fuente: D. Norte
Comentarios
Publicar un comentario